Comieron todo lo que pudieron cultivar y todo lo que pudieron atrapar y matar. Además, fermentaron todo lo que pudieron para convertirse en alcohol.
En serio, es casi imposible descubrir pruebas extensas de una dieta de hace 5,000 años. Los investigadores tienen suerte si encuentran algunos huesos de animales muertos y algunos gránulos de almidón pegados a los dientes esqueléticos durante una excavación arqueológica.
Además, el análisis de las culturas tradicionales que existen en la actualidad muestra una gran variación en la composición de macronutrientes. Los Kitavans obtienen el 75% de sus calorías de las verduras con almidón. Los masai no comen muchas verduras y beben sangre de cabra como parte de su dieta. Los porcentajes que menciona no son universalmente aceptados, incluso en el mundo desarrollado. Por ejemplo, Paul Jaminet, autor de The Perfect Health Diet, recomienda una dieta de 50% de grasa animal, 30% de almidones y 20% de proteína animal para personas con un peso normal, y verduras ilimitadas sin almidón, porque toman tanto energía para que el cuerpo procese ya que contienen.