Comer alimentos más nutritivos puede retrasar la progresión de la enfermedad, pero la prevención es mucho mejor. Alimente su cuerpo y cerebro al comer verduras, frutas, granos integrales, aminoácidos (proteínas) y ácidos grasos esenciales (grasas “saludables”).
El cerebro sufre silenciosamente: el daño al cerebro no causa dolor. El daño cerebral se acumula en nuestras vidas hasta que se vuelve obvio. En ese punto, el daño es generalmente irreversible. La excepción en B12. Si se detecta temprano, el daño causado por una deficiencia de B12 se puede reducir con suplementos de B12.
La Dra. Rhonda Patrick explica la importancia de los alimentos saludables para el cerebro. Google ella.