Haré un intento de respuesta. Si lo que he estado haciendo durante los últimos 10 años puede llamarse caminar a larga distancia o no; ha habido un gran beneficio. Hace unos 10 años tuve un golden retriever que requería caminar. Empecé a hacer unos 15 minutos más o menos al día con ella. Su resistencia pronto subió y pudimos hacer 30 minutos. Pronto ella estaba envejeciendo y sufría de displasia de cadera, que es una condición realmente dolorosa y no quería caminar más que nosotros. Ella se vería tan triste como me fui pero no se pudo hacer nada. Para ese momento, tenía hasta 45 minutos por día, solo digamos. También comencé a viajar más y deseé hacer lo que llamaré turismo bípedo en algunos lugares. Me gustaría ir a lugares como Tokio, Singapur, Kyoto, Sydney y caminar desde aproximadamente 2009 hasta 2011, hasta unas 5 horas por día de caminar sin rumbo y rechazar las calles que se presenten. Me perdí y luego me encontraron.
Esto terminó pero el caminar persistió y yo haría turismo peatonal a una variedad de lugares como Eugene y Portland Oregon, Seattle Washington, Santa Barbara y San Diego, California.
También continué caminando todos los días durante 6 días a la semana y llegué a aproximadamente 1,5 horas la mayoría de los días, excepto el viernes cuando hago aproximadamente 2 horas y luego tomo un poco de cerveza. También continué el turismo peatonal. Este año hice San Diego durante 4 días. Cubrí aproximadamente 11 millas por día caminando. Ha sido algo bueno y satisfactorio y me mantuvo enfocado en el objetivo que tengo. Pero el caminar en sí no tiene ninguna meta. No hay medida de millas o minutos. Soy yo y las aceras y los parques y las ciudades y países. Califico a cada uno si fue un esfuerzo que vale la pena y nunca regreso al mismo lugar dos veces. Este año iré a Vancouver y Victoria y caminaré allí durante días. Entonces emprenderé el viaje que es el objetivo. Simplemente “patearé” y desapareceré. No me busques en los bosques de 100 acres. También habría rebotado fuera de ese lugar.
Caminar, ya sea que lo llames de larga distancia o lo que sea que sea lo más valioso que he hecho, significa cada vez menos para mí que cualquier otra cosa. Desde esos primeros pasos con Misty the dog hasta ahora. Aprecio las caminatas, la música y los momentos dedicados a investigar cómo una hoja vuela por una calle y cómo la lluvia me empapa y lo bien que sabe la cerveza un viernes.