Un adolescente debe dormir un mínimo de 8 horas. Aunque se recomienda que duerman de 9 a 10 horas.
Esto les dará suficiente tiempo para que sus cerebros y su cuerpo puedan descansar del estudio, el ejercicio u otras actividades que realizan a diario.
Además, muchas funciones bioquímicas del cuerpo ocurren por la noche, por lo que es óptimo que el cuerpo permanezca inactivo lo suficiente para que las enzimas realicen estas funciones adecuadamente.
Mientras más duerman, ¡más crecerán!