La diabetes se debe a la falta de insulina o resistencia a ella. La insulina es la hormona que controla el consumo de energía por el cuerpo.
La absorción de energía no está directamente relacionada con la energía que se ingiere al comer, porque si fuera así, ¡solo se podría cazar o recolectar justo después de haber comido! La gente no sobreviviría sin cazar o recolectar constantemente.
Entonces la insulina le permite al cuerpo controlar el uso de energía. El nivel de insulina que circula en la sangre es el nivel de absorción de energía por todas las células del cuerpo. Sin insulina, sin consumo de energía. La energía de los alimentos permanece (como glucosa) en la sangre, no consumida por las células.
En ausencia de insulina, (o resistencia a su presencia), la glucosa simplemente sigue circulando hasta que su concentración llega a ser peligrosamente alta, momento en el que los riñones la filtran y la vuelcan a la vejiga. La orina se vuelve dulce pero la energía se desperdicia.
Como la energía no llega a las células hambrientas, el paciente se está muriendo de hambre y quiere comer más. Pero el contenido calórico de los alimentos se convierte en glucosa y se desperdicia en la orina, por lo que el paciente no puede aumentar de peso.
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