Historia divertida. Actualmente soy un estudiante de enfermería en mi último semestre. Durante mi primer semestre estuve trabajando turnos nocturnos de tiempo completo, obteniendo tan solo una hora de sueño antes de clase, junto con siete horas de clase para seguir. Eventualmente, empecé a sentir dolor en el pecho acompañado de presión sobre mi pecho a medida que avanzaba el semestre. Scary ¿verdad? Al ser la persona que soy, odio ir al hospital y ser etiquetado como enfermo. Pensé que tal vez se iría, pero nunca lo hizo. Después de una breve conversación con mi maestra, me dijeron que fuera al hospital. Junto con los laboratorios de dibujo, una radiografía, un EKG, el médico no pudo encontrar nada malo. La enfermera me dijo después de explicarme mi exigente horario de que podría tener ataques de ansiedad. Su sugerencia fue que reduje el trabajo. Hice lo que me dijeron y el dolor en el pecho desapareció. Moraleja de la historia: ¡el estrés mata!
Sugeriría encontrar estrategias positivas para aliviar el estrés como el gimnasio, correr o un pasatiempo para sobrellevar el estrés de la vida. En última instancia, si fuera usted, iría al médico de inmediato y lo revisaría. Podría ser algo tan simple como un tirón muscular, el estrés o una grave afección médica subyacente. ¡Mejor prevenir que lamentar!