El estrés positivo puede tomar muchas formas, el estrés físico positivo del ejercicio donde se crean pequeños desgarros musculares y se fortalecen con la curación. Estrés cardiovascular positivo que aumenta la resistencia. Estrés mental positivo que resulta en aprendizaje o aumento de la resiliencia.
El estrés se vuelve negativo cuando persiste y comienza a crear un daño duradero.