Para superar los terrores nocturnos, sigue los puntos a continuación:
1. No despiertes a la persona:
A diferencia de una pesadilla, los terrores nocturnos son más explícitos y en ciertas ocasiones, puede parecer que la persona está despierta, ¡pero no lo están! De hecho, ni siquiera intentes despertarlos. Uno, es difícil despertarlos de un terror nocturno y dos, despertarlos solo los hará sentir más agitados y confundidos. Es mejor esperar. La gente generalmente vuelve a dormirse después de tener un terror nocturno. En caso de que no lo hagan, consúltelos y manténgalos despiertos un rato más para que no vuelvan a tener otro episodio.
2. Practique una rutina de acostarse:
Tener una rutina diaria es un método efectivo para hacer que la gente se duerma. Asegúrese de eliminar posibles distracciones o actividades físicamente exhaustivas al menos dos horas antes de acostarse. Estos incluyen mirar la televisión, escuchar música alta o jugar entre otros. Lo que puede hacer es darle a su hijo una ducha tibia y ofrecerle leche tibia y galletas antes de acostarse. Estos son carbohidratos saludables y ayudarán a inducir el sueño.
¿Es malo si solo como por la noche?
¿Por qué no deberíamos comer arroz por la noche? ¿Es difícil digerir el arroz por la noche?
3. Despeje el camino:
Algunas personas tienden a caminar dormidas cuando experimentan terrores nocturnos. Asegúrese de quitar los objetos filosos o cualquier cosa peligrosa que puedan agarrar o arrojar sin saberlo. Mantenga su entorno seguro y cómodo. Además, asegúrese de que no haya demasiado calor en la habitación.
4. Practique el despertar programado:
Algunas personas experimentan terrores nocturnos más o menos al mismo tiempo, todos los días. En tales casos, puede despertar a su hijo unos 20-30 minutos antes del momento en que se espera que tenga un terror nocturno. Aliéntelos a tomar un sorbo de agua y visitar el baño antes de regresar. Esto interrumpe el patrón de sueño y se encuentra efectivo. Sin embargo, esto puede no ser práctico sobre una base diaria.
Los terrores nocturnos o las pesadillas generalmente no son una cuestión de salud. Sin embargo, si encuentra que la situación continúa aumentando a pesar de los mejores esfuerzos, es aconsejable consultar a un médico.