El sueño es esencial para la limpieza de nuestro cerebro. Sin este clense, las sustancias nocivas se acumulan y eventualmente (pueden) conducir a alzheimer, etc. La investigación todavía es incipiente en esta área.
Aquí hay una breve explicación:
A diferencia del resto de nuestro cuerpo, nuestro cerebro carece de un sistema linfático adecuado. (El sistema linfático es una especie de paralelo al sistema circulatorio. Es nuestro sistema de drenaje y elimina todos los productos de desecho asquerosos). El cerebro es tan compacto y está tan apretado dentro de nuestro cráneo que no tiene espacio “para desperdiciar”. Por lo tanto, a la evolución se le ocurrió un método ingenioso para limpiar nuestro cerebro. El “fluido cerebroespinal” que rodea nuestro cerebro se precipita en los nichos más profundos mientras dormimos y elimina las toxinas.
Por lo tanto:
No más o menos sueño = un cerebro sucio = posibles trastornos neurológicos en la vejez