La respuesta es no.
Hágase un favor e ignore por completo estos mensajes engañosos, generalmente comentados por mercachifles ignorantes y testarudos en los sitios web de la mesa de la cocina (generalmente con algo para venderle), hasta que haya hecho su propia tarea. Y eso significa leer lo que rigurosos estudios científicos han encontrado, y escuchar a dietistas calificados y expertos en ciencia nutricional.