No es ningún secreto que la avena está llena de nutrientes aptos para el corazón. Según un estudio, la leche de avena contiene 15 vitaminas y 10 minerales. Solo una taza de leche de avena rinde aproximadamente el 36% de la cantidad dietética recomendada de calcio. También es una rica fuente de vitamina A. De hecho, la leche de avena contiene más vitamina A que la leche de vaca. ¡La leche de avena también está cargada de vitamina C, B, D y E! También está lleno de hierro. ¡Solo una porción de leche de avena proporciona el 10% de la dosis diaria recomendada de hierro!
La leche de avena es extremadamente alta en magnesio. Este nutriente ayuda a aumentar la producción de enzimas que regulan la secreción de insulina. El magnesio también ayuda a la utilización de la glucosa por parte del cuerpo.
