Hay dos tipos de trastornos de la coagulación que pueden ocurrir. En una sangre se volverá más delgada, de modo que habrá un sangrado excesivo debido a un trauma o puede ocurrir sin trauma en la piel o el cuerpo. En otro tipo, la sangre se volverá más gruesa, de modo que habrá mayores posibilidades de que la sangre se solidifique en los vasos sanguíneos y cause bloqueos en los vasos.
Como el hígado es el órgano principal que sintetiza ambos factores con un equilibrio adecuado. La enfermedad hepática, especialmente la cirrosis de cualquier causa, puede tener ambos problemas.
Debe consultar al hepatólogo capacitado para su evaluación y tratamiento. El tratamiento puede no estar indicado solo en valores de laboratorio que sugieran un defecto en la coagulación.