La pasta es tan saludable como cualquier otro alimento para bajar de peso, lo que tiende a ser desagradable es cómo se facilita la pasta y qué cantidad se consume. Una porción de pasta para adultos debe ser de 60-80 gramos (2 onzas o un poco más), pero muy pocas personas comen esa cantidad de pasta, las porciones tienden a ser hasta dos o tres veces más. Entonces la gente se concentra en las salsas y en ocasiones opta por comer una gran porción de pasta cubierta solo con un poco de aceite de oliva extravirgen porque piensan que es la salsa lo que les hará engordar.
¡INCORRECTO!
La pasta siempre se debe comer con un aderezo aderezo que agregue nutrientes, lo haga más relleno incluso si está comiendo una porción más pequeña, y retrasa la absorción de los carbohidratos, evitando así los picos glicémicos. Obvio, me mantendría alejado de las cremosas salsas hechas con demasiadas grasas y crema, pero una salsa de tomate básica (tomate fresco en cubitos salteado con una cucharada de aceite de oliva extravirgen, un diente de ajo en rodajas, una pizca de sal y un poco de chile o unas cuantas hojas de albahaca), salteadas con vegetales o con salsa de carne, son mucho más nutritivas, satisfactorias y sanas al mismo tiempo.