Pensamos concentrándonos en el tema. La energía que se ocupa de los pensamientos formará las declaraciones necesarias para describir el interés que tenemos y el deseo de lograr lo mismo es la intensidad que generamos. Cuanto mayor sea la intensidad más efectiva es el resultado.
Soñar es la cosa más hermosa o regalo que nos da el Supremo. Podemos ser lo que queramos.
Solo comienza a pensar sobre lo que quieres experimentar. Ahora guía la mente con ganas de experimentar el mejor ani perfecto en el universo. Mi sugerencia es dejar los detalles a la madre naturaleza ya que nuestro conocimiento del perfecto se limita a nuestro entendimiento, esto no está completo.
La meditación no está logrando nada, en realidad está dejando de lado las cosas a las que estamos apegados. Los pensamientos son úteros que dan a luz deseos y emociones. Renunciar a todo es la bienaventuranza, ya que no habrá sentimientos, emociones o deseos de que nos volvamos uno con todo el universo. Cuando soy todo lo que más puedo experimentar.
Si estamos buscando algo sí, entonces la meditación es difícil.