Uno no puede seguir amando a alguien mientras está dormido.
El mundo occidental tiene este concepto del amor como un sueño bello y fácil que todos deberían poder lograr con poco esfuerzo para mantener: que te mantengas en un estado perpetuo de felicidad marital de ojos lunar, y que si no puedes lograrlo esto debe haber algo mal contigo.
Esta visión del amor es intrínsecamente errónea porque se basa en la idea de que solo tienes que encontrar “El Uno”, tu persona perfecta, entonces todo será perfecto.
La gente perfecta no existe.
Mantener esta creencia conduce a comportamientos como hacer trampa, discusiones excesivas, resentimiento, etc. mientras intentas convertir a tu pareja imperfecta en tu ideal. Eso no quiere decir que algunas personas no son más aptas entre sí que otras, pero los defectos son de naturaleza humana, y esperar que un compañero sin ellos sea miope e insostenible.
Si entras en una relación con los ojos cerrados, está condenado al fracaso. Debe estar preparado para reconocer, reconocer y aceptar sus fallas. Debes estar listo para admitir cuando te equivocas. Debes aceptar que habrá días en los que prefieras saltar desde un acantilado antes que aguantar más. Sí, habrá momentos de dicha, pero también habrá momentos de lucha.
Si quieres amor, debes estar dispuesto a trabajar para ello, y también tu compañero.
¿Eso suena como algo que puedes hacer sin despertar?