No existe una definición formal para los discapacitados físicos, por lo que no existe el bien o el mal en la utilización del término. Si la condición física de uno crea desafíos en la movilidad, ciertamente tiene sentido describirlo de esta manera.
Si observa la definición tradicional de discapacidad utilizada por las organizaciones para fines de financiación, las personas que usan anteojos también calificarían. Pero debido a que la discapacidad está cargada de valores y se aplica subjetivamente, las personas que usan anteojos no están agobiadas por la discriminación y el estigma que comúnmente se asignan a los demás.