Cuando era padre adoptivo para bebés, descubrí que generalmente se dormían más fácilmente con el tipo de música que sus madres escuchaban antes de nacer. A veces elegía algo tranquilo y relajante, con poco efecto, pero cuando encendía la radio y marcaba de un canal a otro, los bebés reaccionaban al escuchar algo familiar.
Esta no es una experiencia universal, de ninguna manera, pero fue algo útil para recordar cuando trataba de tranquilizar a un bebé que era nuevo en mi hogar.
Si eres la madre que intenta dormir a un niño quisquilloso, puedes comenzar con algo que escuches mucho, a un volumen bajo, y ver qué pasa. ¡El bajo volumen es importante!